Definición
Esta terapia consiste en movimientos rítmicos que se basan en los propios de nuestra especie durante el primer año de vida, que es cuando se produce el mayor desarrollo de conexiones nerviosas y de activación de las distintas áreas cerebrales, para favorecer las conexiones en áreas subcorticales y detectar la presencia de reflejos primitivos que estén impidiendo que el niño tenga una correcta percepción y un buen nivel de control sobre sus respuestas ante el entorno.
El bebé realiza estos movimientos rítmicos de forma espontánea con el fin de madurar y desarrollar su cerebro de acuerdo a un proceso evolutivo determinado filogenéticamente. Estos movimientos rítmicos ayudan a madurar el sistema nervioso también en niños e incluso en adultos, favoreciendo la activación de conexiones neuronales que no funcionan adecuadamente bien por una insuficiencia en la estimulación postnatal o por una inadecuada integración de los estímulos (visuales, auditivos, kinestésicos, táctil), mejorando el tono muscular, la impulsividad, la atención, la concentración, etc.
Así mismo el bebé viene dotado de unos movimientos automáticos dirigidos desde el tronco encefálico que son los Reflejos Primitivos, que le permiten adaptarse al nuevo medio y sobrevivir una vez sale del útero materno. Estos movimientos automáticos tienen un tiempo limitado para estar activos, a partir de entonces el niño debe poseer reflejos posturales controlados desde partes superiores del cerebro para dar lugar a un adecuado desarrollo neurológico. Cuando alguno de estos reflejos permanece activo existirá inmadurez cerebral que pudiera afectar a la percepción e integración sensorial, al procesamiento cognitivo y por supuesto a la motricidad gruesa y fina.
El creador de esta terapia que se ha extendido por toda Europa y que llegó a España en el 2006, es el doctor en medicina y psiquiatría Harald Blomberg, el cual ha experimentado directamente sus efectos tanto en sus pacientes como en sí mismo ayudándole a superar limitaciones físicas debido a su poliomielitis.
Tanto la estimulación a través de circuitos de activación como la terapia de movimientos rítmicos y reflejos primitivos nos permite trabajar directamente sobre las causas físicas que están impidiendo el desarrollo adecuado del niñ@, consiguiendo avanzar de manera más eficaz en trastornos como la dislexia, los trastornos por déficits de atención con o sin hiperactividad en los trastornos de lenguaje y también se observan cambios importantes en niños con trastorno generalizado del desarrollo.
Tratamientos / Técnicas
Consiste en movimientos rítmicos y suaves, inicialmente y según las capacidades del niño se realizaran de forma pasiva para posteriormente conseguir que sea el propio niño activamente el que realice los ejercicios.
Se lleva a cabo en el suelo y se basan en la imitación de los movimientos propios de los bebés, realizados de manera natural durante su primer año de vida etapa de mayor crecimiento y desarrollo del cerebro en el ser humano. Estos ejercicios deberán realizarse diariamente durante 10 o 15 minutos, empezando a notar sus beneficios en pocas semanas. Su práctica deberá realizarse durante un año o más ya que la estimulación del cerebro lleva tiempo y depende de la plasticidad del mismo.
Los reflejos primitivos una vez valorados se integran más rápido a través de ejercicios isométricos, estos se llevan a cabo en consulta, mientras que los movimientos rítmicos los realizan los niños en casa.
Fotos
Fuente: www.avanzo-sesma.es
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