domingo, 7 de febrero de 2021

135. ¿Qué sabemos sobre el autismo?

La incidencia del Autismo a nivel global comenzó a subir como la espuma en los años 80 del siglo pasado y cada año su ritmo se acelera.
«El autismo no está restringido a una sola región ni a un solo país; es un reto de alcance mundial que requiere medidas a nivel mundial.[…]   Mensaje del Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, con motivo del Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, 2 de abril de 2013
Mientras que a nivel oficial parece destacarse el factor genético y neurológico como causa del Autismo; la gran mayoría de estudios científicos destacan otros factores.
Se ha visto que detrás del Autismo hay un problema metabólico – manifestado a nivel intestinal y que termina afectando al cerebro – debido principalmente a las innumerables toxinas a las que estos niños están expuestos por “tierra, mar y aire”, fueron expuestos en su etapa prenatal, o sus madres fueron expuestas.  Sus organismos no pueden metabolizar la gran toxicidad medioambiental, sus sistemas inmunológicos no pueden hacerle frente; desde vacunas hasta la alimentación, desde el aire que se respira y el agua que se bebe hasta la contaminación electro-magnética.
Pareciera que en el Autismo el cuerpo gritara ¡BASTA YA!  

HISTORIA


La biblia psiquiátrica – el DMS-IV – diferencia tres tipos de Autismos: Autistas (estrictamente hablando), Síndrome de Asperger y Trastorno Generalizado del Desarrollo.  Se suele utilizar el término general “Trastornos del Espectro Autista” (TEA).
Hasta mediados del siglo XX fue un trastorno poco frecuente, pero a partir de los años 60 comenzó su increible escalada en los países desarrollados – casualmente ésta fue la época en la que los antibióticos empezaron a utilizarse de forma universal y abusiva.  En los años 80 la subida ya se aceleró enormemente – casualmente en esos años se implantó el calendario vacunal oficial en la mayoría de países industrializados – y cada año el número sigue en aumento – casualmente la tecnología de móviles, teléfonos inalámbricos, wifis, y demás contaminación electro-magnética despego por los años 90 y sigue una escalada imparable; además de la escalada de todos los productos químicos y organismos genéticamente modificados que se han ido incorporando a nuestro vivir cotidiano.
Se reconocen dos tipos de autismo, uno en el que los síntomas están presentes desde el nacimiento, y otro tipo en el que los síntomas aparecen a partir de los 12 – 18 meses, y es este último tipo el que ha ido en aumento acelerado en los últimos 30 años.
Por ejemplo, en EEUU se pasó de 1 caso de autismo cada 10,000 niños por los años 60 del siglo XX a 1 caso por cada 1.000 niños en 1990, y en el 2007 a 5 casos de autismo por cada 1.000 niños.
La situación se ha hecho tan dramática a nivel global, que en concreto en Estados Unidos, el 29 de noviembre del 2012 el Congreso de EEUU celebró una Sesión sobre el Autismo.  Jenniffer Hutchinson destaca en su artículo Sesión en el Congreso sobre el Autismo – Desde lo extraordinario hasta la ignorancia y mentiras absolutas”  (pincha AQUI), el interés y la preocupación que mostraron algunos congresistas antes esta epidemia – ¡1 caso de autismo de cada 88 niños en la actualidad! -, destacando también la ignorancia sobre el tema y las enormes mentiras que se contaron.

CARACTERÍSTICAS DEL AUTISMO

Dan Copes, en su ponencia “Autism, Improving the Quality of Life with Tomatis APP” (“Autismo, Mejora en la Calidad de Vida con la APF Tomatis”), en el IV Congreso Internacional de Audio-Psico-Fonología, 2011, Bélgica; destacaba las siguientes características en el TEA:
  • Problemas en la comunicación y lenguaje
  • Problemas en habilidades sociales
  • Problemas de comportamiento, estereotipias
  • Problemas intestinales (permeabilidad intestinal)
  • Problemas sistema inmunológico
  • Problemas sensoriales (auditivos, táctiles, …)
  • Problemas cognitivos, de atención
Sobre la cuestión genética, destacaba la importancia de:
  • Padres con disfunciones en su sistema inmune
  • Historia familiar de alergias, fatiga crónica, deficiencias endocrinas y nutricionales
  • Exposición prenatal a toxinas

1º.     METABOLISMO

Paul Shattock  (pincha AQUI), Director durante más de 30 años del Autism Research Unit, Universidad de Sunderland, fue junto con su equipo los primeros en descubrir la conexión entre el autismo con los péptidos opiáceos.   La mayoría de autistas que examinaron presentaban elevados niveles de estos péptidos provenientes de la alimentación, principalmente de alimentos que contienen gluten y caseína.  Así declara que en estos niños,
“… estas proteínas (gluten y caseína)tienen un efecto como la morfina, desactivan el cerebro y aumentan los típicos síntomas autistas”.
Biochemical aspects in autism spectrum disorders: updating the opioid-excess theory and presenting new opportunities for biomedical intervention” (“Aspectos bioquímicos en los Trastornos del Espectro Autista: actualización de la teoría de excesos de opiáceos y presentación de nuevas oportunidades para una intervención biomédica””)  Estudio publicado en 2002 por Paul Shattock,  Paul Whiteley et al

 2º.      VACUNAS

El tema de la relación entre vacunas y autismo ha sido y sigue siendo muy polémico, ya que a nivel oficial se niega esta relación.
Sin embargo, el 13 de diciembre del 2012, un niño de California ha logrado ganar el juicio por los daños sufridos tras recibir la vacuna triple vírica que le causó un trastorno del espectro autista, recibiendo casi un millón de dólares – Court Awards $969,474.91 for MMR Vaccine Causing Boy’s Autism” (pincha AQUI para leer artículo)
El uso del conservante Timerosal, que contiene mercurio – potente neurotóxico – en muchas vacunas se ha relacionado con el efecto que éstas tienen con el autismo.  Por otra parte, los niños suelen recibir un número alto de vacunas en sus primeros años, sobre todo en el primer año, cuando todavía su sistema inmunológico está inmaduro.
Es sorprendente leer noticias como la que apareció el 19 de enero del 2013 en El Pais, ” 140 Países Acuerdan Vetar el Uso de Mercurio por su Impacto en la Salud”y cuando lees el artículo (leer AQUI) descubres que
“…, acordaron prohibir a partir de 2020 el mercurio en baterías, lámparas, relés y cosméticos además de controlar las emisiones de plantas térmicas, cementeras y químicas, entre otras. El pacto incluye el abandono progresivo del uso de mercurio en odontología. Sí se permitirá el uso como conservante en vacunas y en otros dispositivos en los que no hay sustitutos. (la negrita es mia)
Cuando el equipo que dirigía Andrew Wakefield, gastroenterólogo inglés, publicó en The Lancet en 1998 un artículo donde indicaba que podía haber una relación entre el Autismo y la vacuna triple vírica, las autoridades sanitarias británicas se le echaron encima, le revocaron su licencia de médico y tuvo que abandonar el país.  Pinchar los enlaces de abajo para más información.

 3º.   OTROS TÓXICOS

Este artículo pone de relieve que el mayor nivel actual en el diagnóstico del Autismo y las vacunas con timerosal no son suficientes razones para explicar el enorme aumento del Autismo, así que la causa debe estar en una gran agresión medioambiental que también vaya creciendo, y la candidata lógica es la tecnología de los teléfonos móviles, las antenas que están por todas partes, y de lo que no se puede escapar, ni siquiera los fetos.  Y pasaría lo siguiente:
Los niños con tendencia al Autismo tienen una deficiencia biológica que no les permite deshacerse eficientemente de metales pesados.  La exposición a esta radiación exacerba el problema cerrando las membranas celulares y atrapando los metales en su interior, interrupiendo la comunicación intracelular y conduciendo a la cascada de síntomas que se ven en los niños autistas.  Cuando la célula se divide, las células hijas mantienen esta configuración de membranas cerradas … resultando en un cambio genético”
Investigadores de la Universidad de Stanford han señalado que la mayoría de los casos de Autismo se deben a factores ambientales que recibió la mamá embarazada y a la toma de antidepresivos de ésta, sobre todo antes de la concepción o en los primeros meses de embarazo.
Investigadores del National Institute of Environmental Health Sciences, EEUU, señalaron tras un estudio de los informes de 465 niños con Autismo en California, que los niños que durante su periodo de gestación han estado expuestos a pesticidas son seis veces más proclives a desarrollar Austismo, sobre todo cuando ha sido en las primeras ocho semanas de gestación.
Que nuestras aguas tienen restos de fármacos ya ha sido suficientemente constatado.  Así, Científicos de la Universidad Estatal de Idaho llevaron a cabo un estudio donde añadieron una pequeña cantidad de un anti-epiléptico y dos antidepresivos al agua de un acuario con un tipo de pez determinado.  A los 18 días comprobaron que los 324 genes asociados específicamente al Autismo se habían alterado, mientras que los otros genes no habían sido afectados.

POSIBLES TRATAMIENTOS

Dan Copes, en su ponencia en el IV Congreso Internacional de Audio-Psico-Fonología, ofrecía la siguiente estrategia:
  1. Terapias Estructurales: Quiropráctica, Osteopatía, Craneo-Sacral, Masaje, Bioneurofeedback
  2. Terapias Biológicas: Modificación de la Dieta y Suplementos Nutricionales: como Vitaminas (A, C, E, B6, B12), Minerales (zinc, cromo, selenio, calcio equilibrado con magnesio), Ácidos Grasos Esenciales,  Probióticos, Enzimas Digestivas.
  3. Destoxificación: Homeopatía, Quelación, Oxígeno hiperbárico, Calor/Sauna
  4. Terapias para las Disfunciones Sensoriales: Integración Sensorial, Audio-Psico-Fonología, Terapias de Movimiento-Brain Gym, Optometría, Terapia Ocupacional
  5. Desarrollo de Habilidades Sociales y Académicas

CONCLUSIÓN

El Autismo, como trastorno multifactorial que es, implica diferentes y variados acercamientos, y sobre todo acercamientos individualizados.
El estilo de vida que la sociedad industrializada ha creado agrede enormemente a sus organismos y a éstos no les queda otra que defenderse y cerrarse/anestesiarse para defenderse de tanta agresión.
Parece claro que la toxicidad que conlleva el estilo de vida desde los últimos 30-40 años ha contribuido a los altísimos niveles a nivel mundial de este trastorno; toxicidad que comienza afectando a la madre incluso antes de la concepción.  Y como nuestro estilo de vida está implicado de ahí la gran controversia a nivel oficial.
¿Puede ser que el Autismo nos muestre que hay que cambiar prioridades, valores, creencias, modos de vivir y de alimentarse, el aguantar el  “todo vale mientras los poderosos sigan enriqueciéndose a costa de la salud de los ciudadanos y los políticos les sigan el juego”,…?
La Epigenética parece en el caso del Autismo mucho más relevante que la Genética.

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